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La Felicidad: cositas simples


Dicen por ahí que la felicidad es como las mariposas, que si uno las persigue ellas se vuelan, en cambio si te quedas quieto, se posan sobre tí. Creo que muchas veces nos pasamos la vida creyendo que en el futuro es que vamos a lograr estar contentos, olvidándonos que la vida es un retazo de momenticos que hay que saber disfrutar. No son las grandes cosas (o también), es saberle coger el gustico al día a día y saborear con consciencia los momentos de plenitud. Haciéndole honor a la felicidad, les voy a compartir una lista de 15 cositas simples que me hacen felíz y obvio me encantará que me compartan las de ustedes. Aquí voy:

1. Desayunar. Sí yo sé que hay gente a la que no le gusta hacerlo. Pero me criaron con la teoría de la importancia de la primera comida del día. Pues yo me lo tomo muy en serio. Si por mí fuera, devoraría todos los días toneladas de pan, pero no debo. Obvio, el café no solo me pone feliz, sino que es un ingrediente fundamental hasta pasadas las dos de la tarde. Sin el olor del café que se hace y saborear el primer sorbo del día, en realidad no comienza el día! Foto de desayuno real en Gitana del Mar

2. Un cielo azul. No nos digamos mentiras el gris en el firmamento es un tanto deprimente. A mí ver el brillo del sol me inspira, me relaja y me alegra la vida. Los días que amanecen lluviosos, algo que pasa con tanta frecuencia acá en Bogotá, son retadores para sobreponer el ánimo al frío y la llovizna. Ojo, no me importa que el resto del día sea aguado, lo mío es el primer rayo de sol y si de ñapa hay palmeras incluidas, soy más feliz. Esta es una foto desde del Amazonas colombiano.

3. Ver un colibrí. En cualquier parte me hace sonreír. Cuenta la leyenda que cuando se aparece un pajarito de estos, significa que alguien está teniendo pensamientos bonitos sobre tí. Tengo la fortuna de haber rescatado dos animalitos de estos y haberlos tenido entre mis manos. Uno de ellos fue en México. Una cosita diminuta cayó sobre mi zapato. Cuando miré había una mota de plumas verdes y un pico largo. Pero el tamaño de ese ser diminuto no superaba los cinco centímetros. Parecía que se había caído del nido. Me agaché lo recogí, lo cubrí y empecé a buscar. Un hombre que vió la escena me dijo, regálemelo no ve que ¿algún gato se lo puede comer?. Lo miré con rabia. -"No se lo puedo regalar, ¡no ve que no es mío!, es de la naturaleza". Y me retiré con cuidado a buscar un árbol lejos del tipo ese y que no tuviera gatos. Esta foto la tomó mi novio/esposo en San Andrés Islas, apuntó con su cámara durante largas dos horas para lograr esa belleza.

4. Darle besos a mi hijito. Un día escribiré un post acerca de la maternidad. Para mí ha sido el trabajo/proyecto/sueño/emprendimiento/compromiso más hermoso que me haya ocurrido en la vida. Mi rol como mamá me lo he gozado y aunque ya pasaron los años de la infancia y cada día el bebé se me esfuma dándole la entrada a un preadolescente en potencia, me encanta agarrarlo y llenarlo de besos. Hoy me pide que no lo haga delante de sus amigos. Le da oso (vergüenza en colombiano). Yo me resigno igual aunque se me escape, ¡lo agarro a besos!

5. Trabajar. Me encanta. No me gustan los problemas, pero los retos me seducen. Me pongo un poco "workaholic" y la intensidad no me deja parar. Me gusta que las cosas se hagan bien hechas y disfruto mucho del resultado.

6. Los descuentos en la ropa. Si veo algo lindo y que tiene un super precio, ahí estoy presente. Me encanta el reto de encontrar con paciencia detalles para vestirme que no sean costosos. Eso de andar con marcas pegadas hasta en la cabeza no es lo mío. Hace poco descubrí que puedo personalizar mi ropa y conseguir prendas únicas haciéndolas yo misma. Creo que debería intentar venderlas, ¿qué opinan?

7. Las flores. En Bogotá que más bien escasean, he descubierto que mirar hacia arriba es un buen Tip para encontrarlas. Le tomo foto a cuando diminutez se me atraviese en el camino. Luego disfruto editando y observando con detenimiento. He descubierto que los sencillos claveles vienen en colores preciosos y que en cualquier rincón la vida te sonríe con diferentes tonalidades. Armo floreros cada tres semanas. Creo que les hablo y ellas me acompañan.

8. Ponerme tennis. Yo he vivido situaciones bizarras y una que me pasó con unos Tennis. Empecé a trabajar en una empresa en en el centro industrial. Una bodega oscura y llena de polvo. ¿La mejor pinta? pues usar la comodidad de los Tennis. Un día mi jefe me llama y me dice, -"hay mucha gente viniendo a trabajar en Tennis". Guardé silencio. Bajé la quijada y me encontré con los míos. Le dije "debe ser que quieren estar más cómodos".

9. Que me consientan. Pobre Carlos (novio/esposo).

10. Adelgazar. ¡Oh Dios!. Les comenté lo de los panes al desayuno, ¿verdad?. Bueno pues, hay otro tema y se llaman los Ponqué Ramo, una obsesión desde que tengo uso de razón. Las dietas no son lo mío y sí sufro un poco de retención de líquidos. A veces me siento como un pez globo que se hincha y se deshincha sabrá Mirús por qué. Lo cierto es que cuando bajo unos gramos, o kilos, hago fiesta.

11. Como no soy de gimnasio, hago Yoga y eso me hace feliz, muy muy feliz. La practico como se los conté en el post Aprendiz de Yoga. En la foto mi adorado Carlos. La verdad es que hemos descubierto que el yoga en familia nos une. Nos levantamos en la madrugada a realizar nuestra práctica y poco a poco celebramos nuestros avances. Cada avance por diminuto que sea, me hace feliz. El ya logró hacer la parada de cabeza. Yo que llevo en este tema más de veinte años, aún no la logro.

12. Conversar con mi psicóloga. No hay un mayor placer que encontrar en la vida una buena terapeuta. Yo he tenido terapeutas maravillosas me han ayudado a desenredar mi vida y a organizarla. No creo que la teoría que tienen muchos, quizá más por ignorancia, de que los psicólogos son para los locos. No y mil veces no. Son para las personas que queremos evolucionar y tener una mejor calidad de vida interior, entre otras cosas para poder disfrutar de las cositas simples de la vida. Pero, si no hay cita, nada como chatear con la amiga terapeuta que se las sabe todas, que me conoce los romances, la hoja de vida laboral, los peros, los aciertos, los suspiros y a la que de una vez le hago propaganda de frente por si alguien de anima a medírsele al reto del encontrarse a sí mismo/a ella es la mejor: mi Angelita de la sierra (bueno no se llama así, descúbranla!)

13. El mar. Adoro las montañas de mi meseta cundiboyansense pero soy animal caribe. Me encanta su inmensidad, el ir y venir, el soy y su cielo. El mar furioso me asusta. Ver el mar así sea en fotos, me pone feliz.

14. Leer el Instagram a Isabella Santodomingo. Si estoy teniendo un rato aburridor busco el último chiste y me parto de la risa. Creo que a todos nos hace bien tener un personaje de carcajada fija.

15. Dormir. Lo mío no es descansar, es caer en coma. Por eso no hago siestas. Si yo duermo por la tarde son cuatro horas y puedo emparejar con la noche sin problemas. Sentir que me voy quedando dormida es un momento intenso de felicidad. Y lo mejor ¿saben qué es? que caigo profunda en la almohada con la conciencia tranquila.

¿Y a tí que te hace feliz? Si te gustó este post coméntalo y compártelo. Como siempre gracias, gracias por leerme.


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